La nueva forma de hacer negocios es ser motores de cambio
¿Qué piensan los líderes ejecutivos de la responsabilidad social de las empresas? Un estudio realizado por Porter Novelli reveló que más del 80% siente la necesidad de ser parte crítica en la resolución de los problemas más urgentes de hoy. Ya no se busca solamente crecer en el aspecto financiero sino también sumar un propósito para que el negocio trascienda lo económico, utilizando el poder de escala de las compañías para no promover desigualdades sistémicas.
La firma Porter Novelli presentó los resultados de su investigación Porter Novelli Executive Purpose Study, un estudio donde se encuestó a 150 líderes ejecutivos para conocer su visión sobre la nueva era de las empresas. Este estudio es parte de una sección de encuestas e investigaciones realizadas por la consultora en el transcurso del 2020, para determinar cómo impacta el propósito en la reputación de las organizaciones, y qué esperan los consumidores y colaboradores de sus compañías en tiempos de pandemia.
Los resultados de la encuesta realizada en ejecutivos arrojaron que 9 de cada 10 de los ejecutivos creen que las empresas deben beneficiar a todos sus stakeholders, no sólo a los accionistas. Sin embargo, para concretar este enfoque, se debe ampliar el espectro de públicos al que se dirigen. No alcanza solamente con comunicarse con empleados, consumidores, proveedores o con la comunidad. Es necesario hacer un engage real y profundo que marque la diferencia.
En línea con esto, los resultados del estudio revelaron que 7 de cada 10 ejecutivos sienten que para estar realmente impulsada por un propósito, una marca debe estar dispuesta a asumir riesgos que aborden los problemas sociales. Además, el 76% reconoce el papel de las empresas en la perpetuación de la desigualdad sistémica de género, racial, etc, y se comprometen a actuar ahora más que nunca para cambiarlo.
En este sentido, los especialistas también fueron consultados sobre su apoyo hacia causas críticas ambientales y sociales. La investigación informa que, a la hora de decidir si acompañar esas causas o no, más del 90% de los ejecutivos priorizan las necesidades de sus consumidores y de las comunidades donde llevan sus negocios.
No obstante, este compromiso social también trae ventajas para el negocio. En este nuevo contexto, está comprobado que los consumidores y empleados tendrán más posibilidades de compra o recomendación hacia aquellas empresas que se comprometieron públicamente a combatir efectos del COVID-19. De la misma manera, dejarán de consumir a empresas que hayan realizado prácticas irresponsables o negocios deshonestos en la pandemia.
Según sostienen el 89% de los entrevistados en el Executive Purpose Study, las empresas gestionadas con propósito tienen más ventaja en el mercado actual. Este dato comprueba que el propósito y la rentabilidad están aparejados. Así lo confirman 85% de los encuestados, que creen que las empresas gestionadas con propósito, tienen más probabilidades de impulsar las ganancias que aquellas que no. Por este motivo, este nuevo enfoque centrado en todos los stakeholders traerá un refuerzo en la reputación que será más que rentable a largo plazo.
Propósito y crisis ¿Quiénes son responsables de cambiar la realidad?
El escenario actual deja traslucir que algunas compañías parecieron entender cómo enfrentar esta nueva dinámica. Según indican las conclusiones del estudio, más del 80% de los ejecutivos encuestados sienten la necesidad de ser parte crítica en la resolución de los problemas más urgentes de hoy, y consideran que las empresas tienen la escala, rapidez y perspicacia de resolver esos problemas.
No obstante, la responsabilidad de actuar ahora no recae únicamente sobre las compañías, sino también sobre las comunidades donde se encuentran. El 80% de los ejecutivos cree que la gente siente más responsabilidad que nunca de resolver problemas sociales y ambientales.
La investigación concluye en que los ejecutivos líderes de hoy ya no buscan crecer sólo en el aspecto financiero ni beneficiar únicamente a sus accionistas. Su prioridad actual es tener un propósito, una razón para llevar a cabo su negocio (que trascienda lo económico), y utilizar el poder de escala de las compañías para dejar de promover desigualdades sistémicas.
Según el estudio de Porter Novelli, la nueva forma de hacer negocios es ser motores de cambio.