Eventos omnicanales y data driven para la audiencia moderna
Por Matias Cundari, Gerente de 365 & Marketing Comercial de Clarín.
Los eventos no volverán a ser lo que eran. Y eso es algo bueno. La pandemia y un contexto de “nueva normalidad” evidenció la importancia de tener equipos innovadores, heterogéneos, flexibles y con gran capacidad de adaptación para el cumplimiento de los objetivos de cada estrategia de marketing y branding. A su vez, la tecnología permitió multiplicar como nunca antes los canales y formatos por los que las marcas pueden llegar a su público potencial de forma ideal.
Los eventos, presenciales o virtuales fueron, son y serán una herramienta estratégica clave para que las marcas alcancen su audiencia de forma atractiva y efectiva, capitalizando el impacto de generar una experiencia única y a medida gracias a la segmentación específica y la generación de contenidos customizados. De esta manera no sólo se potencia el valor de la experiencia sino también la permeabilidad de los mensajes que motivan la acción particular.
A la oferta de eventos institucionales y comerciales, se le sumó el valor agregado de la omnicanalidad. Contar con equipos multidisciplinarios y data driven que trabajan sincrónicamente para interpretar efectivamente objetivos comerciales permite llevar adelante un plan de acción integral para que cada evento sea el puente ideal que le permita a las marcas estar más cerca de su público.
El éxito de producir eventos llave en mano de calidad excede a la concepción del evento mismo: es necesario brindar soluciones que también integren a la estrategia toda su comunicación y amplificación a través de las diferentes plataformas disponibles, logrando un mensaje coral más poderoso. Esto se debe reflejar en las tres instancias de una acción o campaña: la previa con foco en la convocatoria, el durante con la transmisión y la cobertura, y el momento post evento donde se amplifica lo sucedido.
Hoy más que nunca, las nuevas tecnologías permiten conocer en detalle al público que interactúa con las marcas en sus touchpoints principales. Esto hace posible crear soluciones personalizadas para el propósito concreto de cada cliente, de forma creativa, a medida, y con una mirada estratégica omnicanal. El uso de Big Data es tan importante a la hora de generar contenidos de valor como de materializarlos en experiencias superadoras.
A la hora de desarrollar integralmente un evento, los datos también permiten garantizar la llegada estratégica al público objetivo mediante dos grandes pilares: por un lado, contenido brandeado, estratégico y afín al público. Por otro, capitalizando un conocimiento creciente de las audiencias, identificando sus comportamientos de consumo por plataforma. En ese sentido, más importante que la difusión masiva es la segmentación de las acciones para lograr los objetivos de cada cliente particular.
De la misma manera, es necesaria la realización de eventos pensados para las nuevas demandas del mercado. Durante la pandemia se han destacado formatos como los ciclos de charlas vía streaming sobres temas de interés, con una muy buena respuesta de la audiencia. A su vez, los eventos tradicionales están retomando una mayor presencia en las agendas de medios y empresas, acompañado por nuevas habilitaciones y protocolos de seguridad.
Este tiempo también sirvió para demostrar que es posible llevar adelante propuestas innovadoras y de valor si existe creatividad y especialistas detrás de cada tarea. Como siempre y más que nunca, la llave del éxito reside en saber qué comunicar a través de un evento, de qué forma, por qué canales y a qué público. Las nuevas tecnologías son parte integral de este proceso y, con el equipo profesional adecuado, tienen un potencial infinito.